El Libro "Ana Frank / soñar, pensar, escribir" editado y producido por la Casa de Ana Frank con textos de Menno Metselaar, entrelaza el relato personal de Ana - registrado en su diario - con fotografías y documentación de época que detallan la terrible irrupción del nazismo en los Países Bajos y sus atrocidades.
Entre Julio de 1942 y Agosto de 1944 Ana encontró transitoriamente refugio en el edificio de la calle Prinsengracht 263 en Amsterdam. En la "Casa de atrás" como así la llamaba Ana, ocho personas lograron vivir en la clandestinidad hasta que su escondite fue revelado por un ser miserable cuya identidad nunca se pudo confirmar. Todos fueron encontrados y enviados a la muerte. Solo Otto Frank, el padre de Ana sobrevivió al exterminio.
Gracias a la ayuda de los protectores Johannes Kleiman, Victor Kugler, Bep Voskuijl, Miep Gies, Jan Gies y de muchas otras personas que pusieron en riesgo su propia vida, la familia Frank (Otto, Edith y sus hijas Margot y Ana), la familia Van Pels (Hermann, Auguste y su hijo Peter), y Fritz Pfeffer, vivieron durante dos años, en el encierro y bajo el temor de ser descubiertos, la ilusión de un mañana....
Del libro antes mencionado; "Ana Frank / soñar, pensar, escribir" seleccioné el segemento titulado "Felicidad" porque sentí que de esta forma podía conectarme con lo más bello de su alma joven, sus sueños, y su pulsión de vida. Conocerla y recordarla a través de sus propios escritos nos acerca a la inmortalidad de su esencia y nos desafía a viajar por su mundo interior y vibrar con los aspectos más sublimes de su ser.
"Me parece que lo mejor de todo es que lo que pienso y siento, al menos puedo apuntarlo; si no me asfixiaría completamente".
Su deseo de convertirse en periodista y en una escritora famosa se ve reflejado en sus escritos, en donde se cuestiona su talento y reconoce su ojo crítico respecto al arte de la escritura.
"Yo misma soy mi mejor crítico , y el más duro. Yo misma sé lo que está bien escrito y lo que no. Quienes no escriben no saben lo bonito que es escribir..."
" Y si llego a no tener talento para escribir en los periódicos o para escribir libros, pues bien siempre me queda la opción de escribir para mí misma...."
En la voz de Ana claman millones de voces asesinadas por el odio de cuya identidad e historia de vida no se sabe nada.
"¡ Quiero seguir viviendo, aún después de muerta ! Y por eso le agradezco tanto a Dios que me haya dado desde que nací la oportunidad de instruirme y de escribir, o sea, de expresar todo lo que llevo dentro de mí."
Hoy, después de 79 años de finalizada la segunda guerra mundial, el pasado se hace nuevamente presente en las calles de la encantadora ciudad de Ámsterdam y nos obliga a no olvidar.
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